Cueva del Águila (Cueva del Cerro del Águila)

 

 

Situación

 Las cuevas del Águila están situadas en Ramacastañas (carretera Cuevas del Áliga s/n), a 9 km de Arenas de San Pedro, en el valle del Tiétar, al sur de la provincia de Ávila. Se encuentran enclavadas en el pequeño Cerro de Romperropas, también conocido como Cerro del Águila, que da nombre a la cavidad. Se trata del segundo monumento más visitado de la provincia de Ávila, después de su famosa Muralla.  

 

 Historia

Su descubrimiento se produjo accidentalmente el día del 24 de diciembre del 1963, cuando cinco jóvenes de la localidad vieron que emanaba vapor de agua de un agujero. Con la ayuda de cuerdas y linternas se aventuraron a entrar por una oquedad de apenas 60 cm de diámetro. Tras descender y recorrer unos metros gateando llegaron a la gran bóveda principal. Después de permanecer en la cueva durante casi cinco horas sin encontrar la salida, pudieron regresar a la superficie.

La abertura al público tuvo lugar al año siguiente del descubrimiento, concretamente el 18 de julio de 1964, tras duros trabajos de acondicionamiento.

Geología / descripción

La cueva se localiza en un karst situado entre afloramientos de calizas del cámbrico y de dolomías. Tanto el de las calizas -donde se abre la cueva- como el de rocas carbonatadas son los únicos afloramientos de estos materiales en toda la provincia de Ávila.

La circulación de agua subterránea relacionada con los ríos Avellaneda y Arenas formó una serie de cavidades en torno al nivel freático del subsuelo. El ensanchamiento de estas cavidades produjo una serie de colapsos de la roca caja, dando lugar a las salas que forman las Cuevas del Águila. Los últimos colapsos significativos ocurrieron hace más de 75 mil años.

Visita

La zona visitable tiene un recorrido cercano a 1 Km, con un suelo bien pavimentado, con  pequeños desniveles que, en conjunto, no superan los 50 metros acumulables. La visita discurre por diferentes salas que cuentan con una rica variedad de espeleotemas, entre los que destacan excéntricas, escudos e incluso moonmilk. Esta diversidad de crecimiento cristalino es, en parte, el resultado de las variaciones del microclima de la cueva.

Se efectúan visitas durante todo el año, con intervalos de treinta minutos. La visita dura aproximadamente unos cuarenta minutos. Cada grupo va acompañado de un guía. La temperatura media de la cueva se sitúa en torno a los 17 grados centígrados.