Parque Natural de las Hoces del Cabriel (Valéncia)

BREVE EXPLICACIÓN

El Parque Natural de las Hoces del Cabriel (en valenciano Parc Natural de les Gorges del Cabriol) es un espacio natural protegido español situado en la provincia de ValenciaComunidad Valenciana Protege 31 446 hectáreas.

Fue declarado parque natural por el gobierno valenciano el 17 de junio de 2005. Como el río Cabriel ejerce de límite entre Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, la ribera castellano-manchega está protegida bajo la figura de reserva natural y recibe el nombre de Reserva natural de las Hoces del Cabriel. Ambos pertenecen a la Reserva de la Biosfera del Valle del Cabriel, declarada por la UNESCO el 19 de junio de 2019.

El parque natural se encuentra localizado en la comarca de Requena-Utiel, limitando con las provincias de Cuenca y Albacete en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Debido a su superficie se constituye en el mayor paraje protegido de toda la Comunidad Valenciana.

Geológicamente, el Parque Natural de las Hoces del Cabriel, se halla plenamente situado en el Sistema Ibérico, predominando los afloramientos de los materiales mesozoicos del Triásico, del Jurásico y del Cretácico. Entre los primeros, cabe destacar los importantes afloramientos de niveles arcillosos y yesosos, del Triásico Superior, Entre los segundos y los terceros, hay un neto predominio de los materiales carbonatados. Precisamente, el río Cabriel ha esculpido profundas hoces, al atravesar estos materiales, dando lugar a interesantes formaciones, entre las cuales destacan los conocidos Cuchillos de Contreras, situados a caballo de la Comunidad Valenciana y de la de Castilla – la Mancha.

Por otra parte, en relación con los materiales carbonatados mesozoicos, cabe indicar que han sido explotados en diferentes lugares, para ser utilizados para la construcción de la presa del embalse de Contreras. Todo ello, ha conllevado a la existencia de un importante patrimonio minero, relacionado con las explotaciones y con las fábricas cementeras.

 

FOTOGRAFÍAS de Josep M. Mata – Perelló