Salinas de Naval

SALINAR DE NAVAL – SALINAS DE LA ROLDA

 

BREVE DESCRIPCIÓN

El llamado Salinar de la RoldaSalinar de Abajo,  se encuentra en la ribera derecha del río Llastra (o Llastre, o Guibano), a unos cuatrocientos metros al sur del pueblo. Se puede acceder mediante un camino que se dirige a él. Es la única salina que se encuentra actualmente en actividad en Huesca, aunque de forma artesanal. Una parte se ha transformado en área de recreo, con diversas instalaciones, incluidas las de talasoterapia con agua salada.

En el siglo XIX, este salinar contaba con unas ciento cincuenta eras, con un depósito principal en el centro de ellas, y balsas de concentración en cada grupo. Teniendo en cuenta los problemas que ocasionaba en el Salinar de Iruelas la existencia de un camino público junto a las eras de cristalización, en este salinar se construyeron muros para impedir la entrada a las eras a ambos lados del camino que va de Naval a Hoz de Barbastro, y que lo atravesaba en su zona noroeste.

La salmuera se obtiene a partir de un pozo artesiano y se acumula en un depósito. Desde ahí, se distribuye a las balsas de concentración, que cuentan con pozos auxiliares para extraer el agua del fondo, más concentrada.

 De ahí el agua pasaba a las  eras de cristalización, con el suelo cubierto con gruesas baldosas de barro cocido. Al llegar el verano, las balsas se llenaban de agua salada hasta una altura que dependía de la concentración. La concentración de sal de los manantiales que abastecían la salina de La Rolda era algo menor que los de la salina de Guibano, por lo que en las balsas de cristalización se ponía una capa de agua de menor profundidad. Según se iba evaporando el agua, la sal cristalizaba primero en la superficie, formando unas estructuras ligeras, parcialmente huecas, que flotan sobre el agua, y que reciben el nombre de espuma de sal (actualmente, flor de sal, por influencia del idioma francés), y que ya Plinio, hace dos mil años, indicaba que era especialmente apreciada en la cocina. Según se evapora el agua, va cristalizando más sal, y la espuma de sal, que queda como agregados cristalinos en el fondo de la era.

En la década de 1970 se recubrieron parte de las balsas de cristalización con tejados transparentes, para poder obtener sal a lo largo de todo el año. Modernamente, las salinas que formaban el Salinar de Abajo se han explotado como un condominio formado por 61 socios, la Sociedad Cooperativa de Salinas de Naval. En 1995 se modificó la estructura de la explotación para intentar  aumentar su competitividad, pero al no poder enfrentarse a los bajos precios de venta de los grandes productores industriales, cesó su actividad.

En la actualidad, junto a las eras hay en la zona unas instalaciones donde, además de servicio de restauración, se puede disfrutar de un baño, previo pago, en una de las cinco piscinas saladas de distintos tamaños y profundidades que se recuperaron en 2001. Se ocupa de la gestión la sociedad Salinera Navalesa S.L., en la que participan ayuntamiento y vecinos. Hay también una serie de paneles interpretativos que ilustran la historia del lugar y explican cómo se explotaba la sal. Aunque históricamente la salina contaba con diecinueve balsas de concentración y 167 eras de cristalización. Actualmente quedan muchas menos, pero todavía se utilizan para producir  sal de forma artesanal.