Parque natural del Alto Tajo
Valores Florísticos y Vegetación
El Parque natural del Alto tajo se caracteriza por la gran diversidad florística que atesora ya que dentro de sus límites, vegetan cerca de un 20% del total de las especies presentes en la flora ibérica. Se encuentra en una encrucijada florística, donde debido a la variedad de nichos ecológicos tienen cabida tanto especies típicamente pirenaicas, como de los sistemas béticos, así como de las Sierras de Levante.
Son relevantes los extensos pinares de Pino silvestre, laricio y resinero, además de superficies más reducidas pero no menos valiosas de pino carrasco. Formando masas mixtas con los pinares o masas puras encontramos quejigos, encinas y melojos. En la zona central del Parque Natural, en las parameras calizas, encontramos vastos sabinares de sabina albar (Juniperus thurifera) que presentan en esta zona alguna de las masas mejor conservadas de Europa. También destaca el bosque de ribera que forma estrechas bandas de vegetación a lo largo de los ríos y arroyos. En estas formaciones encontramos álamos negros y temblones, sauces, olmos, tilos, avellanos, aligustres y abedules entre otras especies.
Valores Geomorfológicos
El Parque Natural del Alto Tajo posee unas características geológicas singulares. La importancia de los aspectos geológicos ya fue puesta de manifiesto en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales que precedió a su declaración, identificándose más de 125 puntos de interés geológico.
PRINCIPALES ASPECTOS GEOLÓGICOS:
1. Series estratigráficas: representativas del Paleozoico y Mesozoico. Se trata de un conjunto de afloramientos de notable interés científico, que hacen que el Alto Tajo sirva como referencia estratigráfica a nivel regional, nacional e incluso internacional.
2. Riqueza paleontológica: yacimientos de fósiles de graptolitos (animales marinos del Paleozoico) y fósiles de especies marinas del Jurásico y del triásico
3. Elementos geomorfológicos:
- Cañones fluviokársticos como el del río Tajo y Hoz Seca
- Cañones fluviales sobre areniscas (Arandilla, y Gallo).
- Otras manifestaciones kársticas como cavidades, dolinas, poljés, surgencias y ciudades de piedra. Entre ellos, destacan la Cueva del Tornero, con más de 11km explorados.
- Edificios travertínicos (tobas) de grandes dimensiones, como los del Puente de San Pedro o La Escaleruela.
- Lagunas de agua salobre, salinas, turberas, ríos de bloques y otras manifestaciones de ambientes periglaciares.